martes, 7 de octubre de 2008

La aptitud y actitud del emprendedor, la base para el éxito del microemprendimiento

 

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Por Lisandro Mogliati

En tiempos de globalización y con una marcada escases en la oferta laboral en relación de dependencia, se abren verdaderas perspectivas a la creatividad y al ingenio individual y colectivo, de modo tal de propender al abanico de alternativas que ofrece el autoempleo.

Aquella definición, podría ajustarse a las características genéricas de un "microeprendedor", quien ve la oportunidad que ofrece el mercado, y va tras ella; sin duda la actitud del emprendedor, es uno de los componentes definitorios del éxito del proyecto, la flexibilidad ante los cambios del contexto, un mercado potencial alcanzable y una buena herramienta de financiación, en ese orden, marcan la potencialidad exitosa del microemprendimiento.

A diario, se observa un camino inverso en el análisis por parte del microemprendedor, puesto que, generalmente sitúa a la financiación del proyecto (crédito), en el primer lugar de los condicionantes para el desarrollo exitoso del proyecto, cuando en realidad, son la actitud y aptitud del emprendedor y la actividad a emprender, las cuestiones fundamentales, para el verdadero éxito del emprendimiento, es decir que, ante todo, debemos analizar el "qué" vamos a hacer y el "como", estableciendo algún tipo de plan de negocios del emprendimiento, que sea mensurable, realizable, rentable y por último, trataremos de “convencer” a la entidad financiera de la viabilidad del proyecto a emprender, si fuera necesario.

Muchas veces, el emprendedor deposita todas sus energías en preparar un proyecto "viable" a los ojos de quien facilita la herramienta financiera, aún volcando números y flujos de fondo, fuera de toda lógica, con el único objeto de ser "beneficiado" con la financiación.

Esto constituye un error estratégico, por dos motivos; por un lado, las entidades financieras no "comen vidrios" y no aprueban cualquier proyecto, por más que los números finales se engrosen exageradamente, y por otro lado, en caso de pasar "exitosamente" el filtro bancario, y ser beneficiario del financiamiento, el crédito en sí mismo puede convertirse en un “salvavidas de plomo”, pues su finalidad consiste en desarrollar la actividad productiva o de servicios propuesta por el emprendedor, permitir el repago del empréstito más sus intereses y poder vivir de las ganancias que el proyecto deje al emprendedor.

En este sentido, volvemos sobre los conceptos clave para el desarrollo exitoso de un microemprendimiento, en los que encontramos como referencia central a la persona del emprendedor y una serie de aptitudes ineludibles, basadas en la creatividad e innovación, y en la actividad a emprender y su verdadera viabilidad, a lo cual se puede aproximar mediante un buen plan de negocios, estudios de mercado, análisis de factibilidad económica, perfiles, etc., que puedan ofrecer parámetros fiables para la toma de decisiones.-

Lisandro "Coqui" Mogliati
tel.cel. 02477 - 15592441
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